Compartiendo con ustedes, mi vida
l
Esperen.
No dejemos el amor sin acometer
los sueños inexpugnables
sin presentar las batallas al día perdido...
esperen
al fin y al cabo han sido
sólo palabras
lenguajes oxidados llamando al amor
en rincones absortos impronunciables.
Una ausencia desprendida
de la rosa.
lI
Esperen ser
quienes develan en cada mancha
de humedad su territoro de exilios...
Me he posado en tu memoria
como un cuervo hambriento
sobreviviendo a las muertes
esperando ser resucitada.
Una ausencia tenaz
inaugura el hastío
que me devora.
III
Espera.
Nadie va a resucitarnos hoy
ni mañana ni nunca...
sólo ese amor transgrede la frontera
sólo ese amor es capaz de seguirnos
incansablemente...
Y tú, como siempre
no estás de pie entre las farolas
de mis manos...
Eres una ausencia creciendo en las piedras
sobre el humus la sal de la agonía,
el esquleto lascivo de la tristeza
un fino papel a la deriva cercana
carne viva de dolor insoportable.
Ausencia.Ausencia.
IV
Espera.
Aqui vengo
en caida libre
a buscarme en tu nombre.
Todas las palomas del mundo
hacia el mástil de la vorágiine.
Los fantasmas de tu voz a mi lado.
¡Mi corazón expandido en el viento
hasta encontrarte...!
Una ausencia escapa de tu boca
para siempre.
Sandra López Paz (del libro Nombrar los nombres)
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Esperen.
No dejemos el amor sin acometer
los sueños inexpugnables
sin presentar las batallas al día perdido...
esperen
al fin y al cabo han sido
sólo palabras
lenguajes oxidados llamando al amor
en rincones absortos impronunciables.
Una ausencia desprendida
de la rosa.
lI
Esperen ser
quienes develan en cada mancha
de humedad su territoro de exilios...
Me he posado en tu memoria
como un cuervo hambriento
sobreviviendo a las muertes
esperando ser resucitada.
Una ausencia tenaz
inaugura el hastío
que me devora.
III
Espera.
Nadie va a resucitarnos hoy
ni mañana ni nunca...
sólo ese amor transgrede la frontera
sólo ese amor es capaz de seguirnos
incansablemente...
Y tú, como siempre
no estás de pie entre las farolas
de mis manos...
Eres una ausencia creciendo en las piedras
sobre el humus la sal de la agonía,
el esquleto lascivo de la tristeza
un fino papel a la deriva cercana
carne viva de dolor insoportable.
Ausencia.Ausencia.
IV
Espera.
Aqui vengo
en caida libre
a buscarme en tu nombre.
Todas las palomas del mundo
hacia el mástil de la vorágiine.
Los fantasmas de tu voz a mi lado.
¡Mi corazón expandido en el viento
hasta encontrarte...!
Una ausencia escapa de tu boca
para siempre.
Sandra López Paz (del libro Nombrar los nombres)