lunes, noviembre 16, 2015

vigilia

Compartiendo con ustedes, mi vida

 Sólo por un instante de encendido milagro.
  Apenas el instante
                           Beatriz Schaefer Peña




 
Todo duerme
en su cansancio dorado.
Árboles callados.
El vino
precipitado
en el fondo
de los ojos.
Una poetisa
va despertando
sus órganos maternales
donde reposan
obligaciones.
Ha dejado
cada cosa
            en su lugar visible
y otras manos invisibles
toman el papel
      retoma la palabra
y allí se prohibe
el silencio.
           Se otorga el derecho
es libre
         y la soledad la atrapa.

Entonces viaja por el mundo
regala flores
con el laud del viento.

La poetisa
no es ya una mujer.
Decide proclamarse
enunciarse
labrarse en las piedras
tallar la noche
en un túnel a la libertad.

 Hay un atávico plumaje
en su contorno.
Un vuelo azul
preparado a destino
      planetas rojos
            estrellas que estuvo preparando
en sus sueños.

Amor es
una parte del mundo.

Invoca su nombre
y se disuelve
en palabras.

Sandra López Paz (del libro Mis propios deberes)

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